La moda ¿incomoda?

Hoy nadie usa los jeans nevados que hace unos años hacían furor y dentro de unos años la moda gitana de este año, seguramente nos parezca recargada. ¿Por qué es tan difícil sustraerse de las necesidades que inventa la moda?

Ningún álbum de fotos, de unos cuantos años pasados, resiste la prueba del “¡Qué bien vestida que estaba!”. Camisolas con hombreras, pantalones nevados, medias futboleras con pollera ultra corta y zapatos leñadores. Modelitos que hoy nadie usaría. Pero si en Uniform venden una campera por la cintura, parecida a la que tiene Roxette en una foto ¿Cómo no me va a quedar pintada a mí también?

Hace 15 años, usar un jean Motor Oil era lo máximo, aunque el jean quedara de corpiño, la chapita en el bolsillo trasero daba cierto aire de importancia en el caminar. Como más tarde pasó con el sello de Via Vai Plata, que le quitaba el sueño a más de una por tenerlo. ¿Qué pasó con todo eso?
Durante años se consideró a la moda como un placer frívolo. Aunque el mundo de la moda es mucho más amplio, porque no sólo la ropa fue y sigue siendo su rehén, también lo fueron los peinados de jopo, la gomina, algunas vinchas, hasta las canchas de paddle, como hoy lo son las clases de Pilates.
Marcelo Tarsitano es fotógrafo de moda; observa el hecho de estar a la moda como una manera de acompañar el cambio permanente. “La moda brinda una sensación de cambio propio, aunque tal vez sea sólo transitorio y ajeno. Permite lograr un mayor nivel de seguridad y aceptación dentro de un grupo social. Y seguir los pasos que impone la moda es mucho más fácil que crear un camino propio y darle el valor que merece”.
En cuanto al mandato de lo que se “usa” opina que se impone en forma unidireccional. “Es más bien un complejo sistema de influencias con idas y vueltas. Siempre hay personajes que tienen más poder de influencia que otros y lógicamente son utilizados por las marcas para llegar a su público” y agrega: “La fotografía de moda es uno de los tantos elementos del amplio mundo de la moda que por sí sola no tiene poder de creación de tendencias, pero es un vehículo que sirve para mostrar la estética de una época, crear fantasías desde lo visual y así provocar en el consumidor los efectos deseados por el vendedor”.
Txt: María Fernanda Lago / Fuente: Metrópolis