El pibe de jopín
El mate ya había llegado a mi pueblo. Las Piedras ya era tanguera; el aire milonguero y bohemio de La Boca, Buenos Aires, había tocado nuestra puerta. El rito de Gardel, la antigua cumparsita y aquel sombrero negro, acompañaban el baile junto a la dama en el Bar Mitre. Aquel campeonato de truco, la pava con agua caliente y el mate, aquella gomina y el jopo, y además aquel pañuelo blanco en la camisa me hacían sentir vivo. Los viajes a la capital, por las antiguas líneas ferroviarias, nos dejaban copar el Centenario, y abrir la garganta desesperados al grito de Gol!, todos alentando a nuestros amados bolsos y manyas. Yo era el Pibe del Jopín, tenía veintitrés años, flaco, alto, huérfano de padre, y además trabajaba en el famosísimo Bar Mitre, entre Piedad y Romance. Era bolso, bohemio y tanguero con toda el alma.
Fragmento de un un texto publicado por redificando letras (www.reu.edu.uy/jpv/proyectos/red-letras)
Comentarios
igual yo antes que eso... me tomè un tè con mi abuela nena no vaya a ser cosa que se venga el fin del mundo y yo con la panza vacìa.